CONTEXTO HISTORICO
Wolf Vostell y Nam June Paik son considerados los primeros videoartistas. Vostell, en 1959, en Colonia, montó una exposición de contenidos de la televisión que habían sido alterados evidenciando la tensa relación entre televisión y arte. Esta exposición es lo que más tarde se conocerá como vídeo-exposición. Vostell presentó en la Galería Smollin de Nueva York en el año 1963 su «TV De-Collage», que hoy forma parte de la colección del Museo Reina Sofía. Nam June Paik, músico y electrónico coreano obtuvo en 1965 la primera cámara portátil de SONY antes de su comercialización. El 4 de noviembre grabó desde un taxi las calles de Nueva York durante la visita del Papa Pablo VI con una finalidad estética para captar una realidad subjetiva, al margen de las funciones de grabación de la televisión. Este hecho esta ampliamente discutido pues Sony no fabricó su portapack hasta 1967. [1] Otra obra conocida de Nam June Paik fue «Zen for TV», 1963.
Conforme van apareciendo nuevos formatos, los videoartistas los incorporan a sus obras: la infografía, la paleta gráfica, el CD-ROM, las instalaciones multimedia, etcétera.
MOVIMIENTOS Y ESTILOS
El videoarte ofrece muchas posibilidades distintas: grabación de acciones: se incluyen los trabajos de artistas que difunden sus performances pregrabadas en el momento de sus intervenciones en directo. Este tipo de acciones, la mayoría de las veces, están orientadas a la recuperación de la noción de tiempo real; investigaciones sobre el espacio-tiempo, de las que surge la idea de espacio, entendido como recorrido, y el tiempo, entendido como período; instalaciones de vídeo, videoesculturas, videoambientes o videocreación.
VIDEOCREACION
El videoarte ofrece muchas posibilidades distintas: grabación de acciones: se incluyen los trabajos de artistas que difunden sus performances pregrabadas en el momento de sus intervenciones en directo. Este tipo de acciones, la mayoría de las veces, están orientadas a la recuperación de la noción de tiempo real; investigaciones sobre el espacio-tiempo, de las que surge la idea de espacio, entendido como recorrido, y el tiempo, entendido como período; instalaciones de vídeo, videoesculturas, videoambientes o videocreación.
Videocreación Pieza audiovisual artística, normalmente un cortometraje aunque pueda ser de tiempo indefinido, por lo general de corte no narrativo que, entre otros canales de distribución, se muestra en galerías, museos, exhibiciones, salas de arte, centros culturales, circuitos alternativos y en ocasiones se vende como obra de artista igual que si se tratara de un cuadro o una escultura. Hasta la década de los ochenta las videocreaciones eran, como su nombre indica, grabadas en vídeo. Más tarde, se registran en diferentes tipos de formatos digitales. Al término se le pueden adjudicar varios sinónimos: “cortometraje experimental”, “videoarte” o “visuales”, acepción normalmente unida a un grupo musical o de danza. A los videocreadores se les considera artistas visuales. Al pretender ser obra artística las piezas tienden a presentarse en clave poética, abstracta, experimental o de género documental con critica social. Por ejemplo, Bruce Nauman en la obra Anthro/socio (1992), una videoinstalación de 3 videoproyecciones, y 6 monitores, muestra la cabeza en distintas perspectivas de un individuo que grita y se lamenta. O Jun Nguyen-Hatsushiba con su proyecto de monumento a Nha Trang, en Vietnam, titulado Hacia el complejo, para los valientes, los curiosos y los cobardes, que es una videocreación íntegramente rodada bajo el agua en la que pescadores arrastran cochecillos de tracción humana por el suelo del fondo del mar.
Varios de los motivos de estas piezas son los mismos que los de los cortos experimentales clásicos rodados en 35 mm o en 16 mm: repetición, efecto espejo, juegos con la luz y reflejos en todo tipo de superficies, imágenes deformadas, partidas, triples o múltiples, lentitud o velocidad en el transcurrir de la acción. Incluso se llegan a retomar imágenes de múltiples realizadores cinematográficos, mezclándolas, yuxtaponiéndolas o dándoles otros enfoques. En el cortometraje Steps (1987) de Zbigniew Rybczynski, un grupo de turistas se introduce en la escena de la matanza en las escaleras de Odessa del film El acorazado Potemkin (Bronenosets Potiomkin, 1925) de Sergéi Eisenstein. En ocasiones, la videocreación es proyección de sociedad distópica, siendo más relevante el marketing y el lugar en el que la pieza está expuesta que la obra en sí.
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